Apellido muy poco frecuente y registrado sobre todo en la Comunidad de Madrid, siendo notable su presencia en Cuenca y Valencia, y menor en Vizcaya, Guadalajara, Palencia, La Rioja, Toledo, etc.
Tuvo su origen en la localidad de Vellisca (Cuenca), cuyo nombre tomaron por apellido individuos que eran originarios de la misma. Vellisca, que fue poblado de Huete, pasó a ser villa de realengo en 1558 por disposición del rey Felipe II, quien en 1640 la vendió a Ramírez de Vargas.
En 1787 perteneció al Marqués de Vellisca, D. Pablo de Melo. En ocasiones se registra el apellido con la forma de escritura Bellisca, nombre antiguo de la citada villa. La interpretación toponímica más aceptada de Vellisca es la de ser un diminutivo de villa: Villeja.
El conjunto de chozas diseminadas y ocupadas por los repobladores medievales del Alfoz de Huete debió ser el origen de Billesas (Las Villejas), nombre con el que ya se conoce a Vellisca en un documento del S.XII, en el que consta que una monja llamada Juliana vivía en el monasterio de San Julián de Jabalera, sito entre Barajas y Billesas.
Ante la Real Chancillería de Valladolid probó su hidalguía Alonso Sánchez Bellisca (o Vellisca), vecino de Ocaña (Toledo), en 1519. María de Bellisca casó con Donato de Abadiano y Astola, en Abadiano (Vizcaya), en 1750. Natalia Bellisca, nacida en 1820 en Villarejo de Fuentes (Cuenca), casó en 1841, en Ocaña, con Pedro Ramírez de Antón Díaz.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Vellisca: En oro, una cruz apuntada, de gules.
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