Apellido de origen toponímico (algo más frecuente como "del Vado"), poco frecuente y repartido por España, con asiento, sobre todo, en la Comunidad de Madrid, siendo notable su presencia en Álava y León, y menor en Vizcaya, Barcelona, Burgos, Alicante, Cuenca, La Rioja, etc.
Procede, en general, del antiguo Concejo de la Villa de El Vado, municipio castellano de la provincia de Guadalajara, que formaba ayuntamiento junto con las aldeas de La Vereda y Matallana.
Situado junto al río Jarama, el Concejo de El Vado tuvo gran importancia desde el siglo XIII por ser paso obligado de la trashumancia castellana.
El Vado fue anegado en 1950 por el pantano del mismo nombre. El topónimo procede de la voz latina –vadum-, “punto del río o del torrente donde, por su poca profundidad, puede atravesarse a pie”.
Mogrobejo cita otra casa de Bado o Vado en la villa de Valdegovia (Álava), a la que perteneció Diego de Bado e Irucheta, Caballero de la Orden de la Banda, en 1334.
Ante la Real Chancillería de Valladolid probaron su nobleza: Domingo del Vado, vecino de Caicedo de Yuso (Álava), en 1777; Felipe del Vado, vecino de Caicedo del Yuso (Álava), en 1777; Juan del Vado, vecino de Béjar (Salamanca), en 1539; Manuel del Vado, vecino de Marchamalo (Guadalajara), en 1771, y Manuel del Vado, vecino de Alovera (Guadalajara), en 1829.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Vado dos escudos de armas, siendo el descrito en primer lugar el siguiente: En campo de gules, tres abejas, de oro, bien ordenadas.
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