Apellido relativamente frecuente y repartido por España, con sus principales asientos en Madrid, Cáceres, Badajoz, Toledo y Barcelona, siendo notable su presencia en Valencia, Asturias, Málaga, Alicante, etc. Tuvo su origen en el apodo –sanguino-, nombre de un arbusto, y uno de los nombres dados al “cornejo”. También pudo derivar de –sanguíneo-, “persona de aspecto pletórico, fácilmente irritable”. Hubo antiguas casas solares de Sanguino en Salamanca, Guadalajara, Madrid y Segovia, con ramas que se extendieron a Extremadura, Andalucía y antiguo reino de Valencia. De El Madrigal (Guadalajara) fueron Fco., Gaspar, Isabel y Nicolás Sanguino, que probaron su hidalguía ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid, en 1581. La misma probanza de hidalguía hizo ante la Real Chancillería de Granada Pedro Sanguino de Mendoza Ocampo y Payán, natural de la villa de Burgillos y vecino de La Albuera, todo ello en la provincia de Badajoz, quien litigó contra el Concejo de La Albuera, obteniendo Real Provisión de Estado en 1725. Francisco Sanguino y Rojo, natural de Valencia, fue Alguacil Mayor del Santo Oficio de la Inquisición de Valencia, en 1655. En el Archivo General Militar de Segovia se guardan, entre otros expedientes de oficiales de este apellido, los de: Pedro Sanguino, Veterinario, 1803, “Persona
Honrada”; Abdón Sanguino González, Caballería, 1889. Armas.- Unos Sanguino: En azur, dos torres, de oro, almenadas y donjonadas, y aclaradas de gules.
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