Apellido poco frecuente, procedente de la dignidad eclesiástica de racionero, "prebendado que tenía ración en una iglesia catedral o colegial".
Caballeros de este linaje probaron su nobleza en las Ordenes de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa.
Armas:
En campo de oro, dos llaves, de sable.
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