Apellido, relativamente frecuente y repartido por España, siendo notable su presencia en Madrid, Barcelona, Córdoba, Zaragoza, Sevilla, Almería, Granada, Valencia y Albacete. Procede el apellido del apodo –portero-, “persona encargada de vigilar y abrir las puertas”. Hubo, por tanto, distintas casas solares de familias Portero, no emparentadas entre sí, siendo muy notable la que hubo en Cantalapiedra (Salamanca), de la que fue descendiente Félix Portero, que vio reconocida su hidalguía, en 1779, ante la Real Chancillería de Valladolid. En Aragón, según el censo de hogares de 1495, había casas de Portero en Zaragoza y Tormón (Teruel). En el antiguo Reino de Valencia aparece el apellido Portero en 1379 en el censo de la villa de Castellfabib (Valencia). Francisco Portero de Vargas, natural de Maho¬ra (Albacete), fue Regidor perpetuo de Madrid, Familiar del Santo Oficio de la Inquisición de Toledo, Alcaide del castillo y fortaleza de Chinchilla (Albacete) y Caballero de la Militar Orden de Santia¬go, en la que ingresó en 1663. Ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Granada probaron su hidalguía: Pedro y Alonso Portero, vecinos de Cuenca, en 1543; Pedro Portero, vecino de Cuenca, en 1611, y Diego Portero Hidalgo, vecino de la Puebla de Sancho Pérez (Badajoz), en 1586.
Armas.- Unos Portero: En sinople, una torre de plata aclarada de gules, y a su puerta un león pasante, de oro, atado por el pescuezo con una cadena del mismo metal al dintel de aquélla.
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