Quien fuera el principal ascendiente y troncal propagador de este linaje se ignora por su remota antigüedad siendo por tanto tradicional e inmemorial la nobleza de sus hijos los cuales han gozado siempre y en todas partes de la consideración y preeminencias correspondientes a sus lustrosos nacimientos, no siendo la más esclarecida de sus líneas la que se arraigó y floreció en España. Muchos linajes de esta denominación probaron su nobleza en las Ordenes de Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa, (corporaciones nacidas para luchar contra los moros, cooperando a la Reconquista, y asegurar el orden, protegiendo a los peregrinos y desvalidos), Carlos III y San Juan de Jerusalén (es una orden religiosa militar fundada en el siglo XI); numerosas veces en las Reales Chancillería de Valladolid y Granada, en la Real Compañía de Guardias Marinas y en la Real Audiencia de Oviedo. A finales del S. XIX fueron muchos los hombres y mujeres que portando el apellido Pascua de origen Español cruzaron el Atlántico, huyendo de la crisis, de final de siglo, que acometía Europa a igual durante el transcurso de la 2º Guerra mundial. Los Pascua traen por arma: En plata un oso, de sable, con un panal, de oro en sus manos comiéndolo. El escudo de armas de los Pascua está formado por: un campo de plata, que simboliza la luna pureza sensibilidad, templanza, clemencia, amabilidad, afán de victoria y elocuencia.
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