Apellido de procedencia gallega, con casas solares que radicaron precisamente en la villa de este nombre, así como en la villa de Noia. Se localizan antecedentes de tan acaudalada familia que moró muy próxima a la ría de Muros con anterioridad a los años 1.400.
Sus componentes más destacados añadieron a sus nombres el toponímico de “Muros”. Parece ser que su origen se fija en don Diego Rodríguez de Muros, nacido por los años 1.300, ya que con anterioridad los de esta familia todavía no habían utilizado el patronímico Muros.
Uno de los personajes más famoso de esta familia fue don Diego de Muros, que fue llamado “Muros I” que fue obispo de Tui y Ciudad Rodrigo y que tomó el hábito de la Merced en Salamanca el 21 de mayo de 1.472. Fue Comendador de Huete en 1.456, definidor del Capítulo General de Játiva en 1.460 y redentor de cautivos por Castilla al ser Provincial de la Orden de la Merced en el citado Reino. En 1.465 fue nombrado por el rey Enrique IV su capellán con un sueldo de treinta mil maravedises situado en rentas de Galicia, que posteriormente se fijarían en rentas reales de la villa de Muros. El 15 de junio de 1.472 fue nombrado obispo de Tuy, lo que le situó de nuevo en Galicia, al lado de su poderosa familia. En los años siguientes fue nombrado Oidor en la Audiencia de Valladolid, lo que no le impidió llevar a efecto una agitada vida política en Galicia a resultas de la cual fue encarcelado en Portugal a finales de 1.477. Una vez libre, fue embajador español en Roma, sirviendo a los Reyes Católicos, llegando a convencer al papa para que excomulgara al conde de Sotomayor, que durante toda su vida fue su mortal enemigo.
El apellido Muros se extendió rápidamente por el resto de la Península, con preferencia en ambas Castillas y Andalucía. Se conocen dos escudos del apellido: Uno consistente en campo de plata con una cruz de gules y otro cuartelado: 1º y 3º, barras de azur sobre plata con una estrella de oro: 2º barras rojas sobre fondo amarillo y 4º barras de plata sobre fondo azur.
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