Apellido, poco frecuente y repartido por España, registrándose sobre todo en Madrid, Barcelona, Murcia, Valencia y Zaragoza. Procede de poblaciones como Morata de Jalón (Zaragoza), Morata de Jiloca (Zaragoza), Morata de Tajuña (Madrid), etc., cuyo étimo parece ser el latín –murata-, “muralla, “lugar amurallado”. Algunos Morata proceden de los Martínez de Luna, Señores de Morata de Jiloca y de las Baronías de Morata, Illueca, Gótor y otros lugares, siendo también Alféreces Mayores del Reino de Aragón. Ramas de este apellido pasaron a la repoblación de Valencia, Murcia y Andalucía. En el antiguo Reino de Valencia se asentaron en Montcada (1240-46), Morvedre (1244-76), Valencia (1354-73), Alzira (1399), Castelló de la Plana, Sogorb, Xátiva (1421), etc. En Aragón, según consta en el censo de hogares de 1495, había casas de Morata en Jabaloyas, Tormón, Cariñena, Orcajo, Calatayud, Cubel, Fuentes de Jiloca, Velilla de Jiloca, Bárboles, etc. María Morata, vecina de Cordobilla (Badajoz), probó su hidalguía, en 1561, en la Real Chancillería de Valladolid, y en la de Granada lo hizo, en 1601, Pedro Morata Lietor, vecino de Lorca (Murcia).
Armas.- Unos Morata: En oro, un roble de sinople y un lobo de sable, lampasado de gules, pasante; medio partido con quince piezas de jaqueles, ocho de plata y siete de gules, y cortado de azur, con una torre de plata de cinco almenas y una ventana abierta. En punta, tres granadas de oro, y empinados a ambos lados de la torre, dos leones de oro, cada uno con una pata colocada sobre una granada.
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