Apellido, poco frecuente y registrado, sobre todo, en Baleares, siendo notable su presencia en Alicante, Valencia y Barcelona, y menor en Castellón, Girona, Lleida, Tarragona, Madrid, etc. Don Francesc de B. Moll, en su obra “Els Llinatges Catalans”, escribe que Moll deriva de apodos relacionados con “l´adjectiu –moll- (llatí –mollis-), “blando”, “débil de carácter”, “condescendiente”. Familias Moll se hallaron entre las que repoblaron el antiguo Reino de Valencia, con casas en Herbés Sobirans-Morella (1396) y Morella (1396). Según el “fogatge” catalán del año 1553, Damián Moll vivía en Tarragona, y Francesc Moll vivía en La Guardia dels Prats (colecta de Montblanc). En Mallorca, Pere Moll, doctor en ambos derechos por la Universidad de Bolonia, fue uno de los juristas más sabios del siglo XVI. Antes de cumplir los veinte años ya era catedrático de derecho de la Universidad de Lleida. Otro Pere Moll, también jurista mallorquín, prestó grandes servicios a Felipe II, siendo recompensado con el privilegio de Caballero, en 1593, siendo armado por el Virrey de Mallorca. Joan Moll, mallorquín, obtuvo privilegio perpetuo de Caballero en 1630, y el de Noble en 1635. El capitán Onofre Moll, por los años de 1636, servía con valor en las guerras de Nápoles y Sicilia. Antonio Moll y Reus fue, en 1695, jurado de la ciudad y Reino de Mallorca, y Antonio Moll, doctor en ambos derechos, obtuvo privilegio de nobleza en 1637.
Armas.- Unos Moll: En oro, un pez de gules, entre dos bandas del mismo color.
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