Antiguo apellido de origen toponímico, poco frecuente y registrado sobre todo en Cantabria. Otro notable asiento de familias Mirones se registra en Madrid, y menores en Guipúzcoa, Vizcaya, Burgos, Barcelona, Valencia, León, Palencia, Tarragona, Lérida, Las Palmas, etc.

Procede del topónimo Mirones, nombre de una población de Cantabria, cuyo origen está en el latín –mirare-, “mirar”, “observar”, “mirador”, según señala el filólogo Gutierre Tibón. El nombre de dicha localidad fue tomado como apellido por individuos que eran naturales u originarios de la misma, según fue costumbre en la Edad Media para indicar el origen geográfico de las personas.

Probaron su nobleza ante la Real Chancillería de Valladolid: Diego de Mirones, vecino de Madrid, en 1557; Francisco, Rodrigo, Sebastián, Juan y Martín de Mirones, vecinos de Haro (La Rioja), en 1540; Rodrigo de Mirones, vecino de Toranzo (Cantabria), en 1537, y Antonio Mirones Rosillo, vecino de Piélagos (Cantabria), en 1765.

Manuela de Mirones y Ceballos, natural de Arjonilla (Cantabria), fue madre de Antonio del Mazo Mirones, nacido en Mirones (Cantabria), en 1723, Hidalgo en Cayón, en 1778 y 1789, que fue abuelo de José Caballero del Mazo del Moral García Gil Mirones, nacido en Madrid en 1803, Noble y Caballero de la Militar Orden de Santiago (1832).

Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Mirones, en primer lugar: En campo de oro, un brazo arrancado, de carnación, chorreando sangre.