Antiguo apellido de origen toponímico, poco frecuente y repartido por España, procedente del topónimo Las Marinas o Les Marines, nombre de varias poblaciones en Asturias, Alicante y Valencia.


Hubo, por tanto, distintas casas solares de este apellido, no emparentadas entre sí, algunas de las cuales alcanzaron la nobleza.


Así, en el año 1656, Luis Alonso Marinas, vecino de Peñaflor (Asturias), vio reconocida su nobleza e hidalguía por la Real Chancillería de Valladolid.


En Almansa (Albacete) hubo otra ilustre y noble casa de Marinas, de la que descendió el caballero Fulgencio Marín de las Marinas, noble, Alcalde de Almansa en 1646, Alcalde de la Santa Hermandad en 1643, Hijodalgo en 1653; casó con Jerónima de Alarcón, en Almansa,
en 1652, siendo padres de Ana Martín Alarcón y de las Marinas, que casó con Marcos Enríquez de Navarra, caballero de la Militar Orden de Santiago, Familiar del Santo Oficio de la Inquisición y Alcaide del Castillo y fortaleza de Almansa, siendo abuelos paternos de Pedro Enríquez de Navarra y Osa Marín Alarcón y de las Marinas, nacido en Almansa en 1683, que se cruzó caballero de la Militar Orden de Calatrava en 1703.


En el “Archivo Gral. Militar de Segovia” se guardan, entre otros, los expedientes de los oficiales: Luis Marinas Sanchís, Infantería, 1874 y Plácido Marinas Hevia, Voluntario, 1856.


El “Repertorio de Blasones de la comunidad Hispánica” recoge para Marinas, en primer lugar: En campo de oro, un león rampante, de gules, y en su diestra una espada, de azur.