Quien fuera el principal ancestro y tronco propagador de este ilustre linaje, lo ignoramos por su remota antigüedad, pero ello comprueba lo tradicional e inmemorial la nobleza de sus hijos, los cuales han gozado siempre y en todas partes de la consideración y preeminencias correspondientes a sus ilustres nacimientos, no siendo la menos esclarecida de sus líneas la que se arraigó y floreció en Navarra. El linaje de este noble y antiguo apellido fue muy extendido en la Península con numerosas casas solariegas.
Apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la construcción de la casa y la iglesia de Roncesvalles, participando en las obras sufragadas por Sancho el Fuerte de Navarra. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la negociación con los franceses del Tratado de los Pirineos, el 7 de Noviembre de 1659, y en especial en la exacta delimitación de la frontera con Cataluña y Francia. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Marcial. A finales del siglo XIX fueron muchos los hombres y mujeres que portando el apellido Marcial con origen en Navarra, cruzaron el Atlántico, huyendo de la crisis, de final de siglo, que acometía a Europa e igualmente durante el transcurso de la 2da Guerra Mundial.
Escudo de la familia
En plata, dos montañas, de sinople.
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