Apellido muy poco frecuente y asentado, principalmente, en Lleida, siendo menor su presencia en Barcelona, Zaragoza, Baleares, Tarragona, etc.
El origen de este apellido no ha sido aún esclarecido por los principales tratadistas, si bien en la provincia de Zaragoza existe una aldea conocida como Mangas, del latín -manica-, -manus-, cuyo nombre pudo ser adoptado, en algunos casos, primero como sobrenombre y después como apellido, por individuos que eran originarios de dicha población, según fue costumbre muy extendida en la Edad Media para indicar así su origen geográfico.
Antiguas familias Mangas pasaron a otras poblaciones españolas, algunas de las cuales como Mangues (variante de escritura de Mangas).
Ante la Real Chancillería de Valladolid, probaron su hidalguía, entre otros: Antonio y Luis Mangas Villafuerte, ambos vecinos de Salamanca, en 1785. Hubo antiguas familias Mangues de las que descendieron, entre otros: Pedro Mangues, que casó con Juana Miguel en el año 1712, en Alaejos (Valladolid); Mónica Mangues, nacida en 1892, en Lleida, que casó con Miguel Polo en 1911, etc.
Por otra parte, hubo también antiguas casas de Mangues, al menos desde 1729, en las regiones francesas de Aquitaine, Midi-Pyrénées, Provence Cote d’Azur, etc., pudiendo estar emparentadas algunas de estas familias con las españolas.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Mangas (Mangues): En campo de oro, cinco bezantes tortillos, de plata y azur, puestos en aspa.
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