Apellido de escasa difusión que hallamos disperso por España, si bien se registra sobre todo en Madrid y en las provincias de Salamanca, Barcelona, Badajoz, Valladolid y Guipúzcoa, siendo notable su presencia en las de Córdoba, Zamora, Vizcaya, Asturias y Cáceres, y menor en las de Málaga, Sevilla, Cádiz, Alicante, Navarra, Valencia, Baleares, La Rioja, etc.
Procede este apellido, en parte, del topónimo Mangas, nombre de una población en la provincia de Zaragoza, pues en Aragón la voz –mangas- tiene el significado de “orificio subterráneo que sirve de guarida a ciertos animales”, lo que debió dar nombre al lugar así llamado; la voz –mangas- tiene también el significado de “parte del vestido en que se mete el brazo”, que, también en parte, debió generar el apellido Mangas a partir de motes o apodos puestos a individuos que fabricaban mangas o por cualquier otra circunstancia.
Probaron su nobleza ante la Real Chancillería de Valladolid, en el año 1785, Luis y Antonio Mangas Villafuerte y Añasco, vecinos de Salamanca y descendientes de Pedro Mangas de Villafuerte, natural de Matilla (Salamanca), donde nació hacia el año 1600.
Uno de los hermanos, Antonio, se cruzó Caballero de la Orden de Calatrava en 1716; casó con Francisca de Córdoba y Guerra, natural de Almagro (Ciudad Real), siendo abuelos de Luis Mangas de Villafuerte y García de la Llana, natural de Salamanca, quien ingresó en la Orden de Carlos III, en 1790.
Armas.- En oro, cinco bezantes tortillos, de plata y azur, puestos en aspa.
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