Apellido bastante extendido por España y por América, especialmente en la República de Colombia. Una casa hubo en la villa de Corella, en Navarra, a la que perteneció Tomás J. de Contreras, natural y vecino de Corella, que en 1666 solicitó autorización de la Real Audiencia de Pamplona para poner en su casa de Tudela los escudos de armas de J. y de Contreras. Otra casa, muy antigua, radicó en la ciudad de Zafra (Badajoz), de la que salió una línea que se estableció en el antiguo Departamento de Antioquia, hoy República de Colombia. También hubo casas de este apellido en la villa de Torrejoncillo del Rey, del partido judicial de Huete, en la provincia de Cuenca, y en la villa de Ayllón, del partido judicial de Riaza, en la provincia de Segovia. De la familia J. de la ciudad extremeña de Zafra, fué progenitor Francisco J., que contrajo matrimonio con doña Isabel de Prado, también natural de Zafra, y fueron padres de Alonso J. y Prado, natural de Zafra, que casó con doña Teresa Sánchez, a la que hizo madre de Francisco J. y Sánchez, natural de Zafra y esposo de doña Constanza Hernández, de la que tuvo a Alonso J. y Hernández, que nació en Zafra y siguió en la Real Chancillería de Granada un gran pleito de nobleza, obteniendo Real cédula en la que se le concedían numerosas prerrogativas. En dicho expediente hay muchos datos cuoriosos sobre la vida y muerte de este caballero, que falleció a consecuencia de un susto. Se unió en matrimonio con doña Isabel Fernández de Salcedo. Otra casa muy antigua. Una casa de este apellido hubo en la villa de Corella, en Navarra, a la que pertenció Tomás J. de Contreras, natural y vecino de Corella, que en 1666, solicitó autorización
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