Su procedencia es claramente vascongada, del lugar del mismo nombre en Pamplona y significa en lengua euskera "juncal", con posterioridad, este apellido fue extendiéndose por Guipúzcoa y Vizcaya, donde le fue reconocida su antigüedad y nobleza, para extenderse luego por ambas Castillas y Andalucía.
Miembros de este esclarecido linaje realizaron probanzas de limpieza de sangre y reconocimiento de nobleza ante las Reales Chancillerías, así como ante los Tribunales del Santo Oficio.
De los que pasaron a América cabe citar a don Agustín de Lesaca y Urdanibia, natural de Fuenterrabía, que fue Maestre de Campo en Chile y despues, al pasar a Méjico, Alcalde Mayor de Puebloa en 1.692.
Armas: En oro, dos lobos de sable andantes, lampasados de gules y en los ángulos, un arpón acerado de azur.
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