Apellido poco frecuente que se registra sobre todo en Álava, Guipúzcoa y Navarra, siendo notable su presencia en Vizcaya, Madrid, La Rioja y Valencia, y menor en Barcelona, Alicante, Castellón, Guadalajara, Málaga, etc. Tuvo su origen en los lugares llamados Legarda existentes en Álava y Navarra, cuyo nombre tomaron los progenitores de las familias hoy así apellidadas. El topónimo Legarda deriva de la voz –legarda-, “lugar de grava; arenal extenso; lugar de guijarros”, según Mogrobejo, quien añade que tuvo antiguas casas en Zestona (Gupúzcoa), Bilbao (Vizcaya) y Antecano (Álava), esta última con rama que pasó a Madrid. De la casa de Antecano descendió Bartolomé Legarda y Guzmán, natural de Madrid, que fue Secretario en el Consejo de la Sal y Caballero de la Militar Orden de Santiago, en la que ingresó el 3 de febrero de 1643. Sebastián de Legarda probó su hidalguía ante la Justicia ordinaria de Azpeitia, en 1720. La misma probanza de hidalguía hicieron ante la Real Chancillería de Valladolid José Elías de Legarda, vecino de San Sebastián-Donostia (Guipúzcoa), en 1828, y Pedro de Legarda, vecino de Haro (La Rioja), en 1534.
Armas.- Tres son los escudos de armas que recoge el “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” para Legarda, siendo el descrito en primer lugar: Partido. 1º, en gules, un castillo, de plata, con un hombre en su homenaje, armado de una espada en la diestra, de plata, y 2º, en plata, una encina, de sinople, frutada de oro y surmontada de una estrella del mismo metal.
|