Según Vilar y Pascual, estos apellidos son modalidades de un mismo linaje, que tuvo su origen en la tierra de Chiner, en Luxemburgo, tierra que recibió en dote Matilde, la hija de Ricui, conde de Ardan y primer conde de Luxemburgo, cuando casó en 941 con Arnal de Grauson, en Borgoña, que fue primer conde de Chiner. Estos esposos fallecieron en 992; dejando tres hijos: Otón, que sucedió en el condado: Clemencia, esposa del señor de Vilz, y Juan. De este Juan descendió, según el mismo autor, Juan Gener, que se trasladó a Barcelona para tomar parte en la guerra de la Reconquista. En dicha ciudad fundó una casa solar, de la que procedieron los Giner, Gener y Chiner. Orígenes tan remotos ofrecen contadas veces garantía de veracidad. Lo cierto es que el linaje que nos ocupa es catalán y que las noticias más antiguas y ciertas que se tienen de algunos de sus principales varones sólo alcanzan a fines del siglo XIII. El linaje se extendió por Mallorca, Aragón, Valencia, Murcia, Andalucía y Castilla. Una rama de los Giner valencianos radicó en la villa de Murla, del partido judicial de Pego (Alicante), y de esa rama procedió Pedro Giner, natural de Murla, que contrajo matrimonio con doña Esperanza de Mora, de igual naturaleza, naciendo de esta unión Pedro Giner de Mora, natural de Murla y sargento mayor del tercio de Nápoles, que casó con doña Crisóstoma Salellas, natural de Gandía, de la que tuvo a Pedro Giner y Salellas, natural de Nápoles y caballero de la Orden de Santiago.
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