Apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la batalla de Támara, formando parte de las tropas que defendían al rey Bermudo III, donde fué derrotado, encontró la muerte y las tropas fueron perdonadas. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la promoción del cultivo de la caña de azúcar en las Antillas en 1644. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Ircio. Son sus armas: En oro, una banda de gules, engolada en cabezas de dragones de sinople y acompañada, en lo alto, de una cruz floreteada de gules y en lo bajo, de un león rampante, de sable. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia I., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento banda quiere decir que pertenecieron a órdenes militares de caballería. Los esmaltes del arma de los I. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la vida, sus características espirituales corresponden a la fé, clemencia, templanza, caridad y justicia, por otra parte dicho esmalte señala a la familia con la felicidad, el amor, la nobleza y el esplendor, es decir, es el más noble de los metales.
|