Se trata de un apellido de origen geográfico.
Su primitivo solar estuvo radicado en el lugar de Hoz de Anero, Santander. Se ignora, o por lo menos no tenemos constancia, de quien fue el primero que adoptó el nombre geográfico de Hoz, transformándolo en su apellido. Sí se sabe que existieron varias casas en Laredo, Castro Urdiales, Hoz de Morrón, Sámano, Puebla y Escalante.
Por tanto, sin lugar a la menor duda queda establecida su procedencia en Santander. Hay una versión que indica que un caballero godo llamado Fortún de la Hoz, radicó en el lugar de Hoz y que fue quien tomó el apellido del sitio geográfico, y que, con el tiempo fue el Señor de aquella villa. Pero nada cierto podría asegurarse a este respecto, aunque eso sí, cabe señalar que se trata de un apellido muy antiguo y por tanto, nada tendría de extraño que la anterior versión correspondiera a la realidad.
Un especialista en la materia, don Juan Francisco de Hita señala que la descendencia de este caballero godo recayó en la casa de Ceballos mediante un enlace matrimonial entre doña Antolina de la Hoz, con don Gonzalo Díaz de Ceballos, Camarero Mayor del rey Fernando IV "el Emplazado".
Existieron otras casas de este apellido en los lugares de Penagos y Heras. Otras familias nobles de la Hoz, que nada tuvieron que ver con las anteriores, radicaron fuera de la Montaña de Santander, concretamente en el País Vasco en Alava, siendo la más famosa aquella establecida en Vitoria.
Otra radicó en el lugar de Campijo, en la misma provincia de Alava. Con el tiempo, el apellido pasó a Burgos, en la villa de Villariezo, encontrándose varios caballeros de la Hoz comprendidos en varias Ordenes Militares.
Existió otra casa llamada De la Hoz de Madrid, apellido ya compuesto que fue originaria de la villa de Castro Urdiales, también en Santander. En lo que respecta al resto de España, fueron estableciéndose familias De la Hoz, en Segovia y zona centro, pero todas descendientes de la original santanderina.
Escudo de Armas: En campo de gules, una hoz de plata con su mango de oro. Otros traen: En campo de gules, tres hoces de sinople perfiladas de plata.
El Emperador Carlos I concedió por privilegio dado en Palencia el 28 de Septiembre de 1.534 a D. Juan de la Hoz, vecino de Nicaragua, estas armas: Escudo partido, 1º de azur con una balsa de mar y dentro de ella un hombre armado con una espada desnuda en la mano y jinete sobre un caballo de su color; medio cortado de oro, un peñasco al natural sumado de una cruz de gules. 2º de sinople, un tigre al natural. Bordura de gules con ocho aspas de oro.
El mismo Emperador concedió por privilegio dado en Madrid el 15 de Octubre de 1.535 a D. Pedro de la Hoz, vecino también de Nicaragua, estas armas: En campo de gules, un león de oro y un tigre de plata rampantes, afrontados y luchando entre sí.
Bordura de azur con seis flores de lis de oro.
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