Este apellido es muy extendido en la península con numerosas casas solariegas. Apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la repoblación de Estella, fines del siglo XII, siendo una de las familias a residir intramuros de la ciudad. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la penetración del protestantismo en Guipúzcoa, formando parte del círculo de amistades de Don Lope de Aguirre y de los "herejes de Durango". Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Hesse. Son sus armas: En gules, dos lanzas puestas en aspa, con el asta de plata y el rejoncillo de oro; cortado de plata, con una ballesta que tiene el arco de sinople y la saeta de oro, perfilada de sable y ensangrentada, y en la punta de esta partición, un moro cautivo, vestido de sinople y con las manos atadas con cuerdas de sable.
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