Aparecen en tierra de Monterroso. Debieron de ser muy principales, pues los Fernández Noguerol muchas veces dejan este apellido y adoptan el de Gundín o Guntín. La casa del lugar de Gundín (de donde salió el apellido) se halla en la feligresía de San Salvador de San Breijo (Ayuntamiento de Monterroso) : fué cabeza de la Casa de Guntín, que heredaban los mayorazgos del vínculo fundado en 1555 por Gómez de Gundín. Se extendieron principalmente por la vecina zona de Lalín. A esta familia peneneció el Pazo da Laxe (Ayuntamiento de Monterroso), levantado en 1589 por D. Francisco Salgado Guntín; así como la casa de San Miguel de Esporiz (en el mismo Ayuntamiento), en cuya iglesia parroquial poseían enterramiento propio. No es extraño que los veamos emparentados con ilustres familias gallegas, como las de los ENRÍQUEZ, los NOVOA, los ULLOA, los GIL TABOADA, los SALGADO, los MONTENEGRO, etc. En la villa de Caldas de Reis, en 1782, figura empadronado como noble D. Pedro Gómez Gundín, que había desempeñado el cargo de alcalde de la misma. villa anteriormente. En el archivo de la Casa de San Miguel das Penas (hoy incluso en el de la Casa de Camarasa) existen bastantes noticias de los Gundín o Guntín, por la razón de que los Fernández Noguerol solían adoptar muchas veces tal apellido; y por aquellos vetustos documentos van desfilando diversos individuos de este linaje, como aquel Juan de Gundín, que casó con D.ª Inés García, a la cual había dotado su hermano Bastián de Sandín para que realizase dicha boda: ante el notario Ruy Sánchez de Rioboo, en l-III- 1531. Los Gondín se unieron a los SALGADO y fueron dueños de la Casa de Borrajeiros. Don Benito Salgado y Guntín, señor de las Torres de Outariz y de Moreiras, edificó en 1690 el Pazo de Guizamonde, en forma de casa-fuerte, para su residencia; pasó luego a los SOTELO DE NOVOA, en los que recayó el título de marqueses de Villaverde de Limia. Pasó luego a los ULLOA, más tarde a los PEDROSA, y no hace mucho era dueño de aquella mansión señorial nuestro dilecto amigo D. Alejandro Pedrosa Neyra, que lo había embellecido notablemente, pudiendo apreciarse su empaque solariego desde la estación del ferrocarril de la ciudad de Orense. (V. SALGADO GONDÍN o SALGADO GUNTÍN.)
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