Tanto mas ilustre y esclarecido se considera un nombre, cuanto son mas numerosos y eminentes los héroes y egregios varones que con el mismo se han distinguido, en cuyo concepto a ninguno ceden y a casi todos se aventajan el nombre Gonzalo y su patronímico Gonzalez. Resonaron en efecto entre los esforzados guerreros del invicto Don Pelayo, y son muy numerosos los insignes varones que desde entonces los han ilustrado en las armas y en las letras en España, en sus colonias y posesiones, y en todos los paises donde han brillado las armas españolas, como claramente aparece en cada página de los anales de nuestra patria. Permítansenos sin embargo citar a San Pedro Gonzales, llamado comunmente San Telmo, al gran capitan Gonzalo Fernandez de Córdoba, al célebre conde Fernan Gonzalez, llamado el Grande, y al no tan conocido, pero no menos ilustre conde Fernando Negro, señor de Gonzalez, insigne capitan del espresado Don Pelayo, oriundo de la misma egregia estirpe de que procedió algun tiempo despues el emperador Carlo-Magno. Bien sabido es que no ennoblece al linaje el nombre, sino a este el linage, y no es por tanto nuestro ánimo inferir de lo dicho que todas las familias que ostentan por apellido el patronímico Gonzalez, puedan gloriarse de hidalguía ni de proceder de tan elevados progenitores, sino solo manifestar que habiendo sido tantos los distinguidos varones que han enaltecido el nombre Gonzalo y su derivado Gonzalez. Son sus armas: Partido; el primero de oro y faja de sinople, sobrepuesto un leon de gules; el segundo de este color con dos palomas blancas en el gefe y dos osos de oro, uno encima de otro.
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