Este apellido es muy extendido en la península con numerosas casas solariegas. Apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la batalla de Uclés, finales del siglo XI, donde fue muerto el infante D. Sancho hijo de Alfonso VI el batallador, rey de Castilla y León y de Doña Zaida, hija de Motamid de Sevilla. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la negociación con los franceses en el Tratado de la "Devolución" de los Países Bajos a Francia en 1662, reinando Felipe IV.
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