Apellido patronímico, cuyos primeros solares aparecen en las montañas de Santander, con casa solar en el lugar de Pomar, del valle de Guriezo, cerca de Laredo y de Castro-Urdiales.
Entre las varias tradiciones y leyendas en que se apoyan algunos genealogistas para explicar el origen del apellido Gil, figura la que afirma que los Gil españoles son oriundos de Alemania de estirpe real, y que su traslado a España se debe a un individuo de esa familia, llamado Miguel Gil, vino con dos hijos suyos desde Francia, a pelear contra los moros al lado de don Pelayo, permaneciendo con este caudillo algún tiempo y pasando mas tarde a la montaña de Santander, en la que él y sus hijos sentaron su residencia en el lugar de Pomar, del valle de Guriezo, cerca de Laredo y de Castro-Urdiales, dejando allí sucesores que luego se extendieron por Castilla.
Pasó a Aragón y acompañó al rey don Jaime I en las conquistas de Valencia y Mallorca. Sus caballeros estuvieron presentes en la conquista de Andalucía, quedando herederos de Granada y Córdoba.
Hubo otros ilustres solares de este apellido, en las montañas de Burgos, en la Merindad de Trasmiera y en el valle de Tuesga, en el lugar de Ogorrio, difundiéndose paulatinamente por ambas Castillas, Galicia y Aragón.
Una rama del linaje Gil es estableció en Extremadura, particularmente en Cáceres, dando origen a la prolongación de este apellido no sólo por la región extremeña, sino por las provincias limítrofes.
Una de las más antiguas casas de Gil, en Cantabria, radicó en el lugar de Pomar, del valle de Guriezo, afirman algunos autores.
Otras casas hubo en el valle de Ruesga, y de una de ellas, sita en el lugar de Ogarrio, del valle de Ruesga, procedió la familia Gil, que, por entronque con la de Negrete, del mismo lugar, usó el apellido compuesto Gil Negrete.
Otras familias cántabras de Gil moraron en la Merindad de Trasmiera; en el lugar de Gibaja, de la Junta de Parayas, y en la villa de Colindres. Una de las líneas de la familia Gil de esta última villa radicó en el barrio de La Redonda, y por eso se apellidó Gil de la Redonda.
También tuvo casas solares en el lugar de Regules, del valle de Soba (Cantabria)y en el lugar de La Revilla, del valle de Soba documentadas en 1605.
No puede precisarse cuándo comenzó el apellido Gil en el reino de Aragón, pero por varias ejecutorias de infanzonía consta que los Gil residían en las montañas de Jaca al comenzar la Reconquista aragonesa.
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