Apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en el asalto al Alcazar de Córdoba el 29 de Junio de 1236, como culminación de la campaña que había comenzado por unas algaradas fronterizas y terminaron con la campaña de D. Fernando, rey de Castilla y llamado el Santo. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de las huestes de los tercios de Nápoles, mandados por D. Fernando de Toledo duque de Alba, que ostigaron en 1557 a las tropas del Duque de Guisa que fueron derrotas sin presentar batalla y obligadas a retirarse otra vez a Francia con deshonra y oprobio.
Son sus armas: Partido primero: en oro, una encina de sinople y dos lobos de sable empinantes al tronco, y segundo: en azur, un castillo, de oro. Bordura de gules, con ocho aspas de oro y dos grullas de plata con una pata levantada, y asida con ella una piedra, puesta una en jefe y otra en punta.
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