El origen de este ilustre apellido, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la militancia en el partido de los Centellas en contra a los pertenecientes al partido de los Vilareguts en los hechos acaecidos en Valencia a principios del siglo XV y que finalizaron con la intervención, casi milagrosa de San Vicente Ferrer en los pactos del 17 de Noviembre de 1.407. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la lucha contra la dinastía Napoleónica y la reconstrucción de su país en el siglo XIX.
Son sus armas: En oro, un crequier de sinople, adiestrado de una bandera de gules y siniestrado de una paloma, de azur.
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