Este apellido es muy extendido en la penísula con numerosas casas solariegas. Por referencias de historiadores de la época, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la embajada que envió Alfonso II al emperador Carlomagno en Aquisgran, formando parte de las tropas de escolta que transladaron la noticia de la recuperación de Lisboa el año 798. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la guardia del duque de Feria que se encargó, junto al duque de Saboya, de la defensa de las monjas en el saqueo de las tropas españolas en San Quintin el 27 de Agosto de 1557.
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