El primitivo solar de este linaje estuvo en la anteiglesia de Lemoniz, hoy villa del partido judicial de Guernica (Vizcaya). De dicho solar procedió Pedro G., natural de Lemoniz, que casó con doña María Pérez de Andracagoya, de la misma naturaleza, y procrearon a Pedro G. y Pérez de Andracagoyz, natural de Lemoniz, que se unió en matrimonio con doña Margarita Mascarua, natural de Bilbao, naciendo de ese enlace Nicolás Antonio G. y Mascarua, natural de Bilbao y Caballero de la Orden de Santiago, en la que ingresó el 1º de Octubre de 1709. En Chile moró una familia de este mismo apellido, de la que fué Sebastián G., casado con doña N. Herrera (hija del gobernador de Latacunza Francisco Arias de Herrera y de su mujer doña Inés de Galarza). Hijo o nieto de este matrimonio fué Julián G., que casó con doña Francisca Javiera de Ovalle, natural de Santiago de Chile (hija de Francisco Ibáñez de Peralta, y de doña María Zapata y Ovalle). Falleció después de testar ante Santiago Santibáñez, en la ciudad de Santiago de Chile, el 2 de Abril de 1761, dejando allí descendencia.
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