El origen de este ilustre apellido, por referencias de historiadores de la época, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la batalla de las Navas, acompañando al insigne arzobispo Rodrigo Jimenez de Rada en el asalto final y se dice que un miembro de esta familia es el que se apropió del famoso tapiz que suele llamarse "pendón de las Navas". Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la secretaria del duque de Osuna, que junto con el marqués de Villafranca y el marqués de Bedmar, prepara ron la "conjura de Venecia" para el 14 de Mayo de 1618, abortada por el aún no superado servicio de información de la Serenísima República de Venecia y su Consejo de los Diez.
Son sus armas: En oro, un águila volante, de sable, que lleva en sus garras un cordero ensangrentado; en jefe, dos gaviotas volando de su color natural. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia E., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento águila , que es la más noble de las figuras utilizadas en heráldica, es el símbolo del rey del cielo, emperador de los pájaros, custodia del rayo y su significado es el de la fuerza y poder terrenal por la Gracia de Dios. Los esmaltes del arma de los E. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la vida, sus características espirituales corresponden a la fé, clemencia, templanza, caridad y justicia, por otra parte dicho esmalte señala a la familia con la felicidad, el amor, la nobleza y el esplendor, es decir, es el más noble de los metales.
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