Apellido castellano, muy extendido por la Península. Tuvo sus primitivas casas solariegas en las montañas de Santander. Don Luis de la E. nació en Las Palmas en Julio de 1754 y siguió el estado eclesiástico, llegando a ser canónigo Magistral de la Catedral de Canaria, donde se distinguió por sus excelentes dotes oratorias. En 1804 fue elevado a la dignidad episcopal, siendo nombrado para la silla de Arequipa en el Perú. Después de un Pontificado en que brillaron con nueva luz sus virtudes cristianas, falleció en la capital de su diócesis el 18 de enero de 1816. Caballeros de este linaje probaron su nobleza en las Ordenes de Santiago, Alcántara y Carlos III. Otra casa muy antigua. Hubo casa del apellido que nos ocupa en la villa de Onteniente (Valencia). De la familia que moró en Onteniente (Valencia) procede Félix de la E. y Colomar, natural de Onteniente, que contrajo matrimonio con doña Luciana Ros, de la misma naturaleza, naciendo de esta unión Francisco de la E. y Ros, natural de Onteniente, que en su mujer doña Ana Fernández Mesa, natural de Valencia, tuvo a Félix de la E. y Mesa, natural de Onteniente, casado con doña Vicenta Falcó y Juliá natural de Valencia, a la que hizo madre de Vicente de la E. y Falcó, natural de Valencia y caballero de Carlos III desde 1842.
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