Los DINAMARCA
Actualizado: 29 mar 2020
Este apellido es poco común en Chile, situándose cerca del lugar 500 de los más utilizados en la actualidad. Naturalmente quienes portan este apellido viven en grandes ciudades como Santiago, Rancagua y La Serena principalmente. Sin embargo, su antigua presencia en algunos pueblos deja un rastro importante que persiste al día de hoy; por ejemplo en la zona sur, en las comunas de Antuco y Quilleco (región del Bio-Bío), aumenta su proporción situándose en los lugares 99, 150 y 190, respectivamente; otro foco de mayor presencia se encuentra en el centro de Colchagua, particularmente en las comunas de Coltauco, Pichidegua y Quinta de Tilcoco, donde se ubica en los lugares 48, 37 y 27, respectivamente. Se ha escrito este apellido, sobre todo en épocas coloniales, como Inamarca también.
Aunque al menos una familia de este apellido es muy antigua, no se propagó como otras, creo que primordialmente por los pocos hijos varones que en general tuvieron sus miembros. El linaje que presentaré se desenvolvió en la zona colchagüina desde fines del siglo XVII hasta hoy.
Origen
Sobre su origen he visto algunas versiones, una de ellas señala que los Dinamarca serían gitanos, cuestión que me parece muy llamativo; sin embargo sobre este posible origen no tengo mayores antecedentes; de ser cierto, lo serían solo algunos de los que llevan el apellido ahora y descendientes quizás de inmigrantes llegados a fines del siglo XIX y durante el siglo XX; así que deberían ser los menos. Como en la mayoría de las investigaciones, uno no puede asegurar fehacientemente algo sin tener las pruebas correspondientes; y particularmente en genealogía, la única forma de hablar del origen de una familia es reconstruyendo su árbol genealógico, y al hacerlo casi siempre surgen otros linajes distintos que llevan el mismo apellido. De ahí que catalogar a todos los Dinamarca con un mismo origen hoy por hoy es aventurado.
Imagen de la iglesia de Guacarhue, sin fecha.
Por otro lado, documentalmente hay otras dos familias Dinamarca desde el siglo XVII y XVIII; la primera, a la que me avocaré en esta oportunidad y la segunda, que aparece en la zona sur, específicamente en Antuco (uno de los lugares con mayor presencia relativa como se vio) en 1770, cuando Alejandro Inamarca figura enrolado como soldado en Tucapel (nacido antes de 1750), y quizás se trate del mismo que figura como Alejo Inamarca, con tierras en Antuco, quien comerciaba con Pehuenches en 1795, casado con Petrona Sáez (con siete hijos), según averiguó Daniel Stewart. Hasta ahora no he encontrado la conexión entre esos Dinamarca y los que trataré, que son más antiguos, pero avecindados en la zona central, particularmente en Guacarhue y Toquigua, pertenecientes a las actuales comunas de Quinta de Tilcoco y San Vicente de Tagua Tagua.
Genealogía
I. PEDRO DE DINAMARCA.
Natural “de los reinos de España”, según afirmaba su hijo. Ricardo Manns, destacado genealogista, pensó que este personaje sería flamenco; algunos investigadores del Instituto me comentaron que la evidencia vendría de su firma, escrita con giros propios de los Países Bajos. Bueno, yo encontré la firma de él y se puede ver claramente que escribe en español… Sin embargo, no se debe descartar un origen flamenco, sobre todo porque al ser parte del imperio español durante varios años, el flujo de ida y vuelta fue arduo entre ambos lugares; así que no es de extrañar que algún flamenco quizás con antepasados en Dinamarca (por algo ocupaba por apellido el nombre de ese reino!), haya emigrado a España y luego hacia América. Hasta ahora lo único cierto, según lo dicho por su hijo, es que nació en “los reinos de España”. Fue mayordomo de la cofradía de Jesús Nazareno y tenía un oficio de artesano, era maestro carpintero.
La primera mención documental suya, data de 1632 cuando vendió a Lorenzo Guillermo un cuarto de solar en Santiago, que había adquirido de Miguel Basurto; por lo tanto antes de aquel año ya estaba viviendo en la capital, seguramente un poco antes de 1625.
En 1645, acordó "hacer fabrica", junto al ayudante Juan Rodríguez Calvo, en la capilla mayor de la Iglesia Catedral de Santiago, para que se pudieran hacer las honras de "la reina, nuestra señora", según los planos que tenían.
En 1650 el cabildo lo comisionó para inspeccionar los avances del puente sobre el río Maipo, junto a otros artesanos meritorios, como los Lepe. Poco más se sabe de sus actuaciones. Debió fallecer entre 1657 y 1661.
Rúbrica: Pedro de Denemarca, 1645
Casó con María Ramírez de Castañeda, quien testó en dos oportunidades, la primera el 30-V-1657, donde pidió ser sepultada en San Francisco. Con su esposo habían comprado un terreno en La Cañada a Leonor de Burgo, que estaban comenzando a edificar. Tenían para su servicio un negro criollo llamado Sebastián de 17 años. Entre sus joyas destacaban una gargantilla de perlas de ocho vueltas con su cruz de oro, con seis perlas gruesas y un sarcillo de oro de soles con almendras de cristal, con 22 perlas, que legó a su nuera Luciana de Quiroga; además tenía diversas prendas de vestir, cojines, almohadas y ropa de cama. Mejoró con el quinto de sus bienes a su hija Melchora; nombró albaceas a su marido, a su hijo Pedro y a su hermano el alférez Alonso Ramírez.
Posteriormente, el 14-II-1671, María testó nuevamente. Declaró que cuando contrajo matrimonio no llevó dote “solamente vestida mi persona”, ni su marido arras. Confirmó ser sepultada en el mismo lugar anterior, en la cofradía de Nuestra Señora de Copacabana, donde era hermana. Mejoró a su hija Melchora. Todavía tenía el solar en Santiago, junto a la Cañada y joyas, como una sortija de oro con piedra colorada, otro anillo de oro llano y aritos de oro con piedras coloradas. Dejó por albaceas al alférez Alonso Ramírez, su hermano, y al teniente Miguel Vásquez, su yerno.
Según el primer testamento, María era hija legítima de Jusepe de Cáceres y Francisca Ramírez, mientras que en el segundo mencionó ser hija legítima de Leandro de Torres y Francisca Ramírez, ambos naturales de Chile. ¿A cuál habría que creerle?
Hijos:
1. Pedro de Dinamarca, que sigue.
2. Dª Melchora de los Reyes y Dinamarca, bautizada en Santiago el 12-V-1647, de ocho meses. Una hija nacida de forma muy tardía. Testó en Santiago en marzo de 1671. Tenía por bienes una negra llamada Isabel y medio solar, no tenía herederos. Junto a su esposo compraron tierras en El Parral, que posteriormente vendió a su sobrino el capitán Miguel de Zamorano y Gaona (que estaba casado con Juana de Dinamarca Lepe), consistían en 2.400 cuadras de la estancia de San José de Coltauco; las vendió en Santiago el 27-XII-1721 en 2.000 pesos, de los cuales 1.000 pesos quedaron a censo y más tarde impuso una capellanía por esa cantidad; el 21-VII-1725. Dos años antes, el 20-VII-1723 testó en Santiago por última vez, dejando por heredera a la “Sagrada Imagen de Nuestra Señora del Socorro”, que estaba en la iglesia del convento de San Francisco; en el mismo lugar pidió su sepultura y nombró albacea al capitán Francisco Pérez de Carmona. Contrajo matrimonio con el capitán Miguel Vásquez, quien falleció por 1700, dejando sucesión natural mestiza.
II. PEDRO DE DINAMARCA
Nació por 1625 en Santiago. Recibió de sus padres, para su matrimonio, 200 pesos para que comprara una chacra. Testó en el mismo lugar el 23-XI-1661. Dejó a su esposa por tutora de sus hijos menores y falleció antes que su esposa y antes de 1671. Sus hijos, excepto María, quedaron con medio solar en Santiago y a cargo del capitán Antonio de Utrera y Figueroa.
Contrajo matrimonio por 1645 con Luciana de Quiroga, que llevó por dote dada en San Juan de la Frontera, dos negros esclavos, más otros bienes. Falleció antes de 1671. Aunque en el libro Familias Fundadoras al tratar a los Quiroga se menciona que Luciana sería hija de Baltasar de Quiroga y de su esposa doña Luciana de Mallea, me parece más probable que fuera hija natural del hijo mayor de este matrimonio, Juan de Losada Quiroga, ya que Baltasar y su esposa no tuvieron a ninguna Luciana por heredera. En cambio, los hijos de este matrimonio debieron nacer entre 1596 y 1615; lo que da un margen para que alguno de ellos, sobre todo el mayor fuera su padre. Aquí es importante notar que ocupó el nombre Luciana, como el nombre de la que sería su abuela, lo que refuerza el vínculo con esta familia Quiroga, que a la sazón era la única en San Juan.
Hijos:
1. María de Dinamarca, bautizada en Santiago el 30-VIII-1652, de seis años. Su abuela paterna le dio 300 pesos de dote para su casamiento con el Alférez Bernabé López de Solís, que pagó el funeral de su suegra (50 pesos), “pagó con los corridos de la usura pupilar del principal de un negro llamado Domingo, cuyo principal tiene a su cargo el Capitán Antonio de Utrera y Figueroa”.
2. Lorenzo de Dinamarca, Alférez en 1687 y posteriormente capitán. El 8-V-1688, compró 450 cuadras en Toquigua a su tío Miguel Vásquez, 250 que el último había adquirido de Francisca de Cáceres en 1638 y 200 que compró al Teniente Bartolomé Zamorano Arriagada; todo en 512 pesos y 4 reales. Cinco días después Bartolomé Zamorano le traspasaba las cuadras. Falleció entre 1716 y 1720. Casó en 1683 con doña María de Lepe y Córdova, hija legítima del Capitán Tomás de Lepe (Figueroa) y de doña Mariana de Córdova y Morales. Era nieta del “extraordinario Mateo de Lepe”. Los hijos de este matrimonio residieron por varias generaciones en Toquigua. Tuvo solo un hijo varón que perpetuó el apellido, Francisco, del resto de sus hijas todas tuvieron descendencia: Josefa casó con el capitán José Carreño, Juana con el capitán Miguel de Zamorano, María con el capitán Antonio de Silva, Mariana con Gregorio Morán, Francisca con Vicente Palma, y Catalina con Francisco de Arce y con Santiago de Soto, con sucesión de ambos.
3. Pedro de Dinamarca, el 19-IV-1699 compró 35 cuadras a su concuñado Bartolomé Zamorano, que eran de su esposa doña Jerónima de Cabrera (o Gaona), en 70 pesos. Casó con doña Melchora de Gaona o Cabrera, hija muy probablemente de José de Cabrera y doña María Gaona, los que tenían tierras en Guacarhue. Esta rama de la familia se instaló en ese lugar por muchas generaciones y prácticamente no se relacionaron con sus parientes de la otra rama. Hijos: José, quien casó con doña Ana de Acevedo, con descendencia; Pascuala con sucesión natural de apellido Dinamarca y legítima con Antonio Peña y Lillo; Juana, quien casó con Juan de Córdoba; Catalina, probablemente casada con Andrés de Madrid y Francisca probablemente casada con Santiago Ahumada.
4. Agustina de Dinamarca, el 9-VIII-1720 presentó un reclamo en Santiago porque alegó despojo de sus tierras por parte de su hermano Lorenzo, sin embargo fue desestimado. Casó con el teniente Hernando de Zúñiga. Con descendencia.
5. Clara de Dinamarca, que falleció antes de 1671 y sin sucesión.
|