Este apellido es muy extendido en la penísula con numerosas casas solariegas. Por referencias de historiadores de la época, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la corte de artistas e iluminadores de libros que acompañaban siempre a Alfonso V, cuyos resultados se conservan hoy en la Universidad de Valencia. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la batalla de los Castillejos acompañando al General Prim en las tropas de asalto. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Dider.
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