Valerio D., vecino de la ciudad de Zaragoza, pasó con el rey don Jaime I de Aragón a la conquista de Valencia, donde fue heredado. Se distinguió en el puerto de Ollería, libertando a unas doncellas que habían sido hechas cautivas de los moros. Por referencias de historiadores de la época, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en las tropas que entraron en Constantinopla y conservaron el trono del Imperio de Bizancio a Constantino XII Dragases y defendieron la ciudad hasta el desgraciado día del 29 de Mayo de 1.453, fecha en que asaltó Mohamed II la capital de Oriente. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de túnez, acompañando las tropas de asalto en la conquista del 7 de Octubre de 1.573.
El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia D., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento montaña señala el origen topográfico de la familia, generalmente indica el origen de la propiedad. Los esmaltes del arma de los D. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.
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