El origen de este ilustre apellido, por referencias de historiadores de la época, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la intervención del ejército de Don Fernando de Antequera en la pacificación de Cataluña después del compromiso de Caspe en 1.412 y también en la custodia del Conde de Urgel, Jaime I el "disortat", preso en el castillo de Xátiva en la celda vecina a la sala del Duque de Calabria. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de bizerta, acompañando las tropas de asalto en la conquista del 25 de Octubre de 1.573. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Desmaires. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia D., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento águila , que es la más noble de las figuras utilizadas en heráldica, es el símbolo del rey del cielo, emperador de los pájaros, custodia del rayo y su significado es el de la fuerza y poder terrenal por la Gracia de Dios. Los esmaltes del arma de los D. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.
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