Apellido relativamente frecuente que se registra, indistintamente, como Álamo (forma más frecuente) o “del Álamo”. Como “del Álamo” lo hallamos, sobre todo Madrid y Toledo, siendo notable su presencia en Burgos, Ciudad Real, Barcelona, Salamanca, Cantabria, Vizcaya, Valencia, etc. Son varias las poblaciones llamadas Álamo (cuyo nombre tomaron los progenitores de las familias hoy así apellidadas), sitas en las provincias de Badajoz, Sevilla, Ávila, Málaga y Comunidad de Madrid.
Hubo, por tanto, distintas casas del apellido, siendo muy antiguas en las Montañas de Asturias, cuyas ramas se extendieron por Castilla, León, Andalucía, Portugal, Canarias y América. Rodrigo del Álamo peleó contra los moros, por los años de 1484, en la Vega de Granada, concediéndole los Reyes Católicos señaladas mercedes. Su hijo, Alonso del Álamo, siguió el ejemplo de su padre y fue uno de los que acompañaron a Cristóbal Colón en el descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo. Gaspar del Álamo y Díaz-Coronel, natural de Albacete de las Nogueras (Cuenca), ingresó en la Militar Orden de Alcántara en 1684, y Juan del Álamo, vecino de El Fondón (Almería), probó su nobleza en la Real Chancillería de Granada, en 1788. Bartolomé del Álamo fue recibido como Caballero Hijodalgo en el estado Noble de Madrid, en 1645, y José Joaquín del Álamo fue Maestrante de Sevilla, en 1832.
Armas.- Unos del Álamo trajeron: En campo de oro, una torre de piedra, acostada de dos álamos de sinople.
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