Apellido de origen toponímico (más frecuentemente escrito Puebla por eliminación de la expresión “de la”), poco frecuente y repartido por España, procedente de aquellos lugares llamados Puebla existentes en nuestro país, cuyo origen está en el castellano antiguo –puebla-, nombre que se aplicaba en la Edad Media a poblaciones de nueva creación en territorios ganados a los árabes. Son muchos los lugares así llamados, como por ejemplo La Puebla de Almoradiel (Toledo), La Puebla de Albortón (Zaragoza), La Puebla de San Miguel (Valencia), etc.
El nombre de dichos lugares fue tomado como apellido por individuos que eran originarios de alguno de ellos, según fue costumbre para indicar así su origen geográfico. Hubo, por tanto, distintas familias así apellidadas, no emparentadas entre sí. Ante la Real Chancillería de Granada vieron reconocida su hidalguía: Cristóbal de la Puebla, vecino de Antequera (Málaga), en 1538, y Jerónimo de la Puebla Paniagua, vecino de Écija (Sevilla), en 1567. Otro tanto consiguieron ante la Real Chancillería de Valladolid: Martín de la Puebla, vecino de Vitoria, en 1567 y 1573; Gregorio Téllez Biruega Yáñez de la Puebla, vecino de Murcia, en 1768, y Francisco Téllez del Valle de la Puebla, vecino de Puebla de Montalbán (Toledo), en 1719.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, tomo letras M-R, recoge para (de la) Puebla, en primer lugar: En plata, una banda de sable, y una cadena del mismo color, de ocho eslabones, puesta en orla.
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