Origen: Apellido toponímico, originario de lugares así denominados sin que exista relación entre las distintas ramas, se encuentra sumamente extendido por toda la Península Ibérica y AmericaEs el mismo apellido que De la Fuente, o Fuente.Descripción del Escudo de Armas: Por el mismo motivo traen diferentes armas según las ramas, las más comunes son:En campo de azur cinco flores de lis de oro puestas en sotuer. Bordura de oro con ocho calderas de sable.En campo de oro, tres encinas de sinople, terrasadas de lo mismo, en la primera de ellas un lobo empinado a su tronco de sable. En campo de oro una cruz floreteada de gules cantonada de otras cuatro cruces de lo mismo. Bordura de plata con ocho calderas de sable.

Resulta difícil y sería aventurado señalar de una manera concreta el origen de este antiguo apellido castellano, pues procede de los muchos lugares llamados Fuente que existen en España. En cualquier caso, es un muy antiguo apellido, cuyas ramas más importantes y antiguas radicaron en Santander, Burgos, Soria, la Rioja, Álava, Toledo, Cuenca, Madrid y Sevilla, entre otras prov..

Así, en la prov, de Burgos radicó una muy antigua familia en el lugar de Arroyo de Muñó, de la que descendió Manuel de la Fuente y Hernández, natural de Sevilla, y Caballero de la Militar Orden de Carlos III, en la que ingresó en 1794. Ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid probaron su hidalguía, entre otros muchos: Baltasar de la Fuente, vecino de Sobrón (Álava), en 1583 Diego de la Fuente, vecino de Olmedo (Valladolid), en 1525; Gerónimo de la Fuente, vecino de San Esteban de Gormaz (Soria), en 1574, y Hernando de la Fuente, vecino de Colunga (Asturias), en 1556. Juan de la Fuente Villalobos, natural de Toledo, fue Alcaide de la Casa de Campo del Rey don Felipe II.

Armas.- De oro, tres encinas de sinople, terrasadas, y empinado al tronco de la encina, del lado siniestro, un lobo, de sable.

Muy extendido por toda la península y con numerosas casas solariegas sin que exista relación alguna entre sí. Diversas ramas probaron nobleza en las distintas Órdenes Militares y en las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada.