Los de este apellido son hijosdalgo originarios de la villa de Espinosa de los Monteros, del partido judicial de Medina de Pomar, provincia de Burgos, en la que tuvieron su solar.

Se extendieron por las montañas de Cantabria y León, pasando también a las dos Castillas y Andalucía.

Una familia Parra, moró en Añover de Tajo, villa perteneciente al partido judicial de Illescas, provincia de Toledo; otra en las ciudades de Sanlúcar La Mayor y Sevilla, y otra, apellidada Martín de la Parra, en la villa de Borge, del partido judicial de Colmenar, provincia de Málaga.

Una rama pasó a Extremadura.

Probaron su nobleza en la Orden de Santiago en 1688.

Armas:
Escudo cortado: 1º, de plata con un lobo andante de sable, y 2º, de azur, con una manopla de plata empuñando una espada del mismo metal con la punta hacia abajo y la guarnición de oro.

1º, y 4º, de plata, y un lobo andante de sable con la cabeza baja, y 2º, y 3º, de oro, con una manopla de armas, de azur, sosteniendo una espada con la punta hacia abajo. La espada es de plata, y la guarnición de oro.

1º, y 4º, de plata, y un lobo andante de sable con la cabeza baja, y 2º, y 3º, de oro, con una manopla de armas, de azur, sosteniendo una espada con la punta hacia abajo. La espada tiene el puño de plata, y la hoja también de este metal, pero perfilada de sable.

En campo de gules, un árbol de oro, frutado de plata y terrasado de sinople.

En campo de sinople, cinco pámpanos de parra, puestos en aspa, de oro.

En campo de plata, cinco pámpanos, de sinople, puestos en aspa.

En campo de azur, una cabeza de león, de oro.

En campo de plata, un busto de guerrero, al natural.

En campo de oro, dos lobos, pasantes, de sable; bordura de azur, con cuatro espadas, de plata.

En campo de oro, un árbol de sinople, terrasado de lo mismo, resaltado en su tronco de una corneja de sable, otra corneja de sable adiestrada y afrontada al árbol; el jefe de gules con un creciente de plata, acostado de dos estrellas del mismo metal.

Antiguo apellido castellano de origen toponímico y amplia difusión, originario de aquellos lugares llamados Parra que existen en España, nombre procedente de la voz parra, “emparrado, enrejado, “huerto cercado”. Hoy el apellido se halla repartido por toda España, si bien sus primitivos solares estuvieron en la antigua Castilla, La Rioja (con ramas en Navarra y País Vasco) y Extremadura. Así, por ejemplo, una noble casa hubo en la villa de Espinosa de los Monteros (Burgos).


Otras casas hubo en las Montañas de Santander, León y La Rioja, desde donde sus ramas pasaron al resto de España. Probaron los de la Parra de las distintas casas su hidalguía, a lo largo de varios siglos, ante las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada, así como su Nobleza para el ingreso en las Órdenes Militares. Ante la Real Chancillería de Granada vieron reconocida su nobleza: Alonso de la Parra, vecino de Vejer de la Frontera, en 1704; Fernando Antonio de la Parra, vecino de Jaén, en 1733; Juan de la Parra, vecino de Moratalla, en 1545; Juan de la Parra, vecino de La Parra, en 1676; Juan de la Parra Casasola, vecino de Logrosán, en 1564; Juan de la Parra Diosdado, vecino de Fuente del Maestre, en 1720; Juan de la Parra Diosdado, vecino de La Parra, en 1677; Hernando de la Parra Sánchez, vecino de El Hinojoso, en 1532, etc.


Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, recoge, en primer lugar, para Parra o “de la Parra”: En campo de gules, un árbol, de oro, frutado de plata y terrasado de sinople.