Antiguo apellido de origen toponímico, muy poco frecuente y repartido por Murcia, Sevilla, Alicante, Valencia, Barcelona, Tarragona, Madrid, etc. Mucho más frecuente es en su forma Jódar (con supresión de la preposición de lugar –de-), que se registra, sobre todo, en Andalucía, Murcia y Catalunya.
Procede de la villa de Jódar (Jaén), cuyo nombre tomaron los progenitores de las familias hoy así apellidadas, según fue costumbre en la Edad Media para indicar el origen geográfico de los individuos. El arabista Asín Palacios dice que el nombre de Jódar procede del nombre personal árabe Shaudar, opinión que comparten otros filólogos. Pedro Martínez de Jódar, natural de Baeza y Alférez Mayor del Pendón de la ciudad, se halló en una batalla contra los moros, siendo este hecho causa de la victoria de los cristianos. Los moros, durante la pelea, le cortaron las manos, y al día siguiente lo hallaron muerto abrazado con los muñones de los brazos a su estandarte.
El Rey don Enrique II concedió a sus descendientes numerosos privilegios. Por la Real Chancillería de Granada fueron reconocidos como hidalgos: Alonso Jódar, vecino de Linares (Jaén), en 1590; Francisco Jódar y hermanos, vecinos de Baeza (Jaén), en 1549; Gregorio de Jódar, vecino de Linares (Jaén), en 1643, y Sebastián de Jódar Castro, vecino de Baeza (Jaén), en 1646. Armas.- De oro, con un moral de sinople, frutado de oro, y dos cuervos de sable al pie del tronco. Bordura de gules con ocho sotueres de oro.
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