Muy antiguo apellido de origen toponímico (también escrito Ávalos), poco frecuente y registrado sobre todo en Murcia, Madrid, Sevilla y Badajoz, siendo menor su presencia en Barcelona, Baleares, Valencia, Alicante, Vizcaya, Cantabria, Castellón, etc. Procede del topónimo San Félix de Dávalos, nombre de una localidad en Navarra, cuyo significado, según Mogrobejo”, es el de “encinar”. Ya en 1162, Ximeno Dávalos, Juan Manuel Dávalos y otros, hicieron donación al Monasterio de San Millán de la Cogolla de todas sus propiedades en San Félix de Dávalos.
Se refiere a los de este apellido Argote de Molina en su obra “Nobleza de Andalucía” (Sevilla, 1548), señalando que eran originarios de la citada villa navarra, y que fueron caballeros muy principales y destacados en la conquista a los moros de la ciudad de Úbeda (Jaén). Ante la Real Chancillería de Valladolid probaron su hidalguía, entre otros: Francisco Dávalos, vecino de Fontaleche, en 1556; Hernando Dávalos, vecino de Briones, en 1546, y Rodrigo de Dávalos, vecino de Toledo, en 1569. Igual probanza de nobleza hicieron ante la Real Chancillería de Granada, entre otros: Diego de Dávalos, vecino de Cuenca, en 1590; Francisco Dávalos, vecino de Guareña (Badajoz), en 1563; Juan Dávalos y hermanos, vecinos de Murcia, en 1564, y Gonzalo Dávalos, vecino de Linares (Jaén), en 1567.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica recoge para Dávalos, en primer lugar: Cuartelado. 1.º y 4.º: De gules, 2º y 3.º: De oro.
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