Este apellido es muy extendido en la penísula con numerosas casas solariegas. Por referencias de historiadores de la época, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en las tropas que entraron en Constantinopla y conservaron el trono del Imperio de Bizancio a Constantino XII Dragases y defendieron la ciudad hasta el desgraciado día del 29 de Mayo de 1.453, fecha en que asaltó Mohamed II la capital de Oriente. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la instauración de la primera República y la configuración de la Constitución Federalista de la misma, pues militaban en el mismo partido que Pi y Margall y Ferraté. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Darayado. Son sus armas: En oro, una banda de gules engolada en cabezas de dragones de sinople, y acompañada en lo alto de una cruz de gules, y en lo bajo de tres panelas de sinople. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia D., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento banda quiere decir que pertenecieron a órdenes militares de caballería. Los esmaltes del arma de los D. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la vida, sus características espirituales corresponden a la fé, clemencia, templanza, caridad y justicia, por otra parte dicho esmalte señala a la familia con la felicidad, el amor, la nobleza y el esplendor, es decir, es el más noble de los metales.
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