Apellido de origen toponímico, poco frecuente y disperso por España si bien se registra sobre todo en Cantabria, León, Barcelona, Madrid, Vizcaya, Castellón y Asturias. Pasó a Hispanoamérica. Tuvo su origen en poblaciones llamadas Cubillas (cuyo nombre tomó) existentes en las provincias de Valladolid, León, Palencia, Guadalajara, etc., cuyo nombre deriva del latín –cupa-, “cuba”. Antiguas casas de Cubillas hubo en Cantabria (Toranzo, Alceda, Cicero, Escalante, Santoña, etc.), en Asturias (Concejo de Colunga), en Burgos (Pancorbo), etc. Ante la Real Chancillería de Valladolid probaron su hidalguía: Francisco de Cubillas, vecino de Escalante, en 1625; Hernando de Cubillas, vecino de Pancorbo, en 1525, y José de Cubillas, vecino de Santoña, en 1801.
A finales del s. XV nació, sin que se precise en las crónicas el lugar, García de Cubillas, que fue aparejador de la obra de la Catedral de Segovia, desde 1525 hasta su fallecimiento, en 1562, supliendo con sus amplios conocimientos las ausencias por enfermedad del arquitecto titular, llamado Juan Gil de Hontanón. De Cádiz fue el médico Cristóbal Cubillas, quien escribió una obra médica titulada “Epidemia gaditana nombrada la Piadosa, padecida en el año de 1784”. Armas.- Don Vicente de Cadenas, Cronista Rey de Armas, le asigna, entre otras: En plata, una banda, de sinople engolada en cabezas de dragones del mismo color, y acompañada en lo alto, de un lucero de azur, y, en lo bajo, de una cuba de sable, con aros de oro y plata. Bordura de gules, con ocho aspas de oro.
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