Como dato Estadístico; según "ine 2015", Siverio como apellido lo portán 1.381 personas como primer apellido en España , encontrándose un 97% en Canarias, de los cuales un 94% (1.301 personas se encuentran en la provincia de Santa Cruz de Tenerife), un 3% (41 personas en la provincia de Las Palmas de Gran canaria) y como nombre solamente lo portán 5 personas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Derivados de este apellido seguramente debido a errores ortográficos se encuentran en España; Siberio que lo portán 7 personas en España como primer apellido de los cuales 6 se encuentran en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Civerio que lo portán en España 11 personas como primer apellido y encontrádose casi a partes iguales entre las provincias de Barcelona y Valencia y Ciberio que lo portán en España 21 personas como primer apellido y encontrándose en su mayoría entre las provincias de Barcelona y Valencia y por último tenemos el apellido o nombre Silverio que posiblemente fué el origen de todos los anteriores; como apellido lo portán en España 573 personas como primer apellido, repartidos entre 25 provincias encontrándose con más fuerza en la provincia de Madrid y luego en la provincia de Barcelona, y como nombre lo portán 2.278 personas, bien repartidos por toda España encontrándose con más fuerza en las provincias de Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante y Asturias (la media de edad de las personas que lo portán es de 59 años). En versión femenina Silveria lo portán 603 mujeres en España, encontrándose con más fuerza en Barcelona (las mujeres que lo portán tienen una media de edad de 64 años).
Como dato Histórico; tenemos a Silverio, (Frosinone, ¿? – Palmarola, 11 de noviembre de 537) fue el papa n.º 58 de la Iglesia católica de 536 a 537.
Hijo legítimo del papa Hormisdas, que había estado casado antes de ser ordenado sacerdote; Silverio era subdiácono en Roma cuando el papa Agapito I falleció mientras se encontraba en Constantinopla.
Elegido papa con el apoyo del rey ostrogodo Teodato, se encontró con el rechazo del emperador bizantino Justiniano I quien, influenciado por su esposa Teodora, quería sentar en el trono de San Pedro a Vigilio más cercano a las ideas monofisitas de la emperatriz y que se encontraba en ese momento en Constantinopla. (Chevi)