Este apellido, escrito como Castella o Castellà, es uno mismo, siendo la forma correcta de escritura la de Castellà, según señala Moll en su obra “Els Llinatges Catalans”. Proviene del gentilicio castellà, “nadiu de Castella”, histórica región española, cuyo nombre deriva del latín –castrum-, “castillo, fortaleza”. Otros Castellà, sin embargo, proceden del apellido Castellar, por pérdida de la letra final –r-, que, como sabemos, es átona en lengua catalana cuando está al final de palabra, por lo que en muchos casos llegó a suprimirse su escritura (como en Solé, de Soler; en Sabaté, de Sabater, etc.). También se llamó “castellà o castlà”, en Catalunya, al gobernador de un castillo, como se puede leer en este antiguo documento: “A la coneguda del comanador de Acre o del castellà del Crac o del Marguat” (1286)”.
Familias Castellà pasaron a la repoblación del antiguo Reino de Valencia, levantando casas en Gandía (1244), Xàtiva (1248), Valencia (1354), Onda, Tavernes Blanques (1379), Cocentaina (1396), Castellón de la Plana (1396), Morvedre (1421), etc. En Catalunya, según los datos del “Fogatge” del año 1497, había casas en Girona, Barcelona, Lleida, St. Julià de Ramis, Banyoles, Falgons, Vidreres, St. Feliu de Guixols, Calonge, etc., y, según el “Fogatge” del año 1553, las había en Lleida, Monroig, Prexana, Belver, Puigvert, Granyena, Torrefeta, Guissona, Calaf, Calonge, Soler de Puialt, Castellfollit, Solsona, etc. En la villa de Surri (Lleida) hubo una antigua y noble casa solar de Castellà.
Armas.- Unos Castellà trajeron, según Rigalt: De azur, un castillo de plata; bordura componada de plata y azur.
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