El apellido es oriundo del lugar de su nombre, la Villa de Bocos, en el partido judicial de Villarcayo (Burgos), de la que se extendió a las provincias de Santander y Valladolid.
La Villa de Bocos perteneció a la Merindad de Castilla Vieja hasta que pasó a ser pueblo de señorio.

La primera vez que aparece el nombre de este pueblo en los documentos es en el llamado “Privilegio de San MilIán”. del año de 972, concedido al Monasterio de San MilIán por el Conde Femán González. En él se enumeran una porción de lugares que pagaron sus tributos al Monasterio de San Millán, entre los que se encontraba Bocos.


Después no vuelve a ser mencionado hasta el Libro Becerro de las Behetrias, con el nombre de “Bocos de la Roça”, tomando el patronímico de un barrio inferior del pueblo que se llamaba de “La Roza”. Era lugar de realengo y pagaba como tributos monedas, servicios y fonsadera.


El pueblo de Bocos siguió siendo realengo y de la Merindad de Castilla Vieja hasta el año 1729, en que para subvenir a las necesidades de la Corona, a pesar del privilegio que tenían estas Merindades, de que sus pueblos no podían ser enajenados, se vendió a Jerónimo Antonio de Medinilla y Porres. caballero de Santiago y caballerizo del rey Don Felipe IV, por escritura de 3 de mayo de 1729, en 190.625 maravedís de vellón, pasando a dicho señor y sus sucesores la jurisdicción, señorio, vasallaje civil y criminal, alta y baja, mero y mixto imperio. penas de cámara y sangre y demás rentas jurisdiccionales de dicha villa. Merced a esto el Señor nombraba cada año un Alcalde ordinario me¬diante proposición que efectuaba el Consejo .de los vecinos, quien co¬nocía en primera instancia todos los pleitos y causas, también nom¬braba dos Regidores, elegidos entre cuatro vecinos propuestos, un Alguacil y un Escribano. Todos estos Oficiales conformaban la Justicia y Concejo de la villa. El Concejo pagaba al Señor seis fanegas, mitad trigo y cebada, por fonsadera cada año. A su Majestad pagaba por alcabalas, cientos y sisas, 1.517 reales y un maravedí. de ellos 281 por Alcabalas y el resto por sisas y cientos. La división administrativa de 1835 conservó su identidad como municipio independiente hasta que en julio de 1924 se agregó voluntariamente a Villarcayo.


En el año de 1811 se habían suprimido las jurisdicciones señoriales. Medina y Bocos lo habían sido por ello y ante la petición de Villarcayo de ser cabeza del Juzgado del territorio, la Real Chancillería de Valladolid envió un documento: "va designado Villarcayo capital del Octavo Corregimiento, por ser cabeza de las siete Merindades., por su casa consistorial, cárcel y demás dependencias".

Es originario de la villa de Bocos (cuyo nombre tomó) del partido de Villarcayo (Burgos). Una rama se estableció en Ciérbana (Vizcaya). Son sus armas: Cuartelado: primero y cuarto, de oro, con una torre de piedra, aclarada de plata y superada de un creciente ranversado de azur, y segundo y tercero, de plata, con tres estrellas de gules, puestas en triángulo. Tuvo este apellido su casa solar en Burgos. Muchos linajes de este apellido probaron su nobleza en las Órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa, (corporaciones nacidas para luchar contra los moros, cooperando a la Reconquista, y asegurar el orden, protegiendo a los peregrinos y desvalidos), Carlos III y San Juan de Jerusalén (es una orden religiosa militar fundada en el siglo XI); numerosas veces en las Reales Chancillería de Valladolid y Granada, en la Real Compañía de Guardias Marinas y en la Real Audiencia de Oviedo. Los de Burgos traen por armas: Cuartelado: primero y cuarto, de oro, con una torre de piedra, aclarada de plata y superada de un creciente ranversado de azur, y segundo y tercero, de plata, con tres estrellas de gules, puestas en triángulo. Otros traen: Terciado en palo, primero, en oro, una flor de lis de azur, segundo en plata, una banda de gules engolada en cabezas de dragones de sinople, tercero, en sinople, un castillo de plata. Bordura de gules, con ocho aspas de oro. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia B., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento torre significa que la nobleza es sólida y antigua, pues solamente los muy ricos podían costearse su construcción. Los esmaltes del arma de los B. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la vida, sus características espirituales corresponden a la fé, clemencia, templanza, caridad y justicia, por otra parte dicho esmalte señala a la familia con la felicidad, el amor, la nobleza y el esplendor, es decir, es el más noble de los metales.