De gules, letra B de oro sumada de una corona también de oro.
En su dilatada historia ha sido escenario de numerosas batallas y catástrofes, la más reciente en la pasada Guerra Civil Española. Hay que decir que no quedó tan destruido como se dice, sirva de testimonio que los primeros habitantes en trasladarse al pueblo nuevo, lo hicieron en 1954; y que en los años 1970, tanto el hoy derrumbado Arco de San Roque (vivienda de misa abuelos maternos), como multitud de edificios, estaban en adecuadas condiciones de rehabilitación. Los mayores daños fueron causa de la canivalizacíon (desmontado) de las casas por parte de sus propietarios, para poder construir las cuadras y pajares en las casas del pueblo nuevo, por las que pagaron el importe señalado por la administración. En los primeros lustros de la postguerra, Belchite fue especie de campo de concentración para los españoles que por circunstancias combatieron contra las tropas del General Franco. En 1984, el entonces cura párroco inscribió el Santuario a nombre de la parroquia, lo que molestó a los belchitanos, y aún no lo han olvidado. En agosto de 1986, unos desalmados, saquearon el Santuario y robaron la imagen de la Virgen del Pueyo (talla de madera del siglo XIII). Por estos años se instaló una empresa de cables, hoy Delphi, que llegó a emplear a 700 personas, hoy apenas quedan unas decenas. En la actualidad (agosto de 2003) solo dispone un único Guardia Civil, por no estar cubierta la plantilla del puesto que es de un Sargento o Sargento 1º y varios guardias, con lo que de no cubrirse, el actual Guardia será asignado a otro puesto, y la Leal, Noble y Heróica Villa de Belchite (tratamiento otorgado por el Caudillo), quedaá sin fuerzas de orden público. Así es como la historia premia los multiples sacrificios de Belchite y sus pobladores.
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