Apellido vizcaíno procedente de las Encartaciones de Vizcaya, del valle de Gordejuela. De esta casa, procedió don Antonio de Basoco y Castañeda, nacido en 1.738, que fue agraciado con el título de Marqués de Basoco por el Rey don Fernando VII, en 1.811, juntamente con el Vizcondado previo de Santa Catalina. Pasó a Méjico donde desempeñó el cargo de Regidor. A su costa, se edificó el Templo de Nuestra Señora de Loreto, que costó la suma de 300.000 pesos. Dirigió la construcción de un nuevo camino que unía la capital con Veracruz, y donó al Gobierno de Nueva España 125.000 pesos, teniéndole ya prestados 1.554.533 pesos.
Armas: En oro, un árbol de sinople, acompañado de tres panelas de gules, una en el jefe y las otras dos en los flancos, con un jabalí de sable atravesado al tronco.
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