Antiguo apellido catalán, poco frecuente y registrado sobre todo en las provincias de Barcelona y Tarragona. Procede este apellido de la voz común catalana bargalló “margalón, palmito, palmera enana mediterránea cuyas hojas se han utilizado tradicionalmente para confeccionar escobas, esteras, cestas, etc”. En su origen, el apellido debió ser apodo puesto a individuos que trabajaban el bargallo, o proceder de algún lugar llamado Bargallo por la abundancia de dicha tipo de palmera. Aparece este apellido ya entre los repobladores catalanes del antiguo reino de Valencia, con casas en Oriola (1300), Cebolla-El Puig (1379), Sant Mateu (1379), etc. En Catalunya, según el censo de 1553, Joan Bargalló, era vecino de Albinyana (“Colecta de Vilafranca”); Pere Roigmagi Bargalló, era vecino de “Vilanova de Cubelles y de la Jeltru” (“Colecta de Vilanova”); Matheu Bargalló, era vecino de Falcet; Joan Bargalló, era vecino de Colldejou; Jordi Bargalló, de Arbós, y Gabriell Bargalló, de Les Borges (“Colecta de Tarragona”). En el mismo siglo XVI, el maestro imaginero Gaspar Bargalló, Ciudadano de Barcelona, trabajaba, en 1554, en el portal del claustro de la Seo de dicha ciudad, junto a la Domería.

Armes.- El "Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica" recoge para Bargalló: En gules, cinco haces de mieses, de oro, puestas en aspa.