En campo de oro cuatro palos de gules resaltados de una banda de azur.
Las Islas Baleares o Baleares (en catalán y oficialmente Illes Balears) son una comunidad autónoma española compuesta por las islas del archipiélago balear, situado en el Mar Mediterráneo junto a la costa oriental de la Península Ibérica. El archipiélago está formado por dos grupos de islas y numerosos islotes: Las Gimnesias: Menorca, Mallorca y Cabrera y algunos islotes cercanos.
Las Pitiusas: Ibiza y Formentera y los distintos islotes que las rodean (como Conejera).
Los primeros indicios de la presencia humana en las Islas Baleares, probablemente de origen oriental, se situen entorno de 3.500-3.000 a.C. Su enraizamiento dará lugar a la denominada cultura pretalaiótica. La llegada de nuevos pobladores abre el periodo talaiótico (1.500 a 123 a.C) que finaliza con la conquista romana. La época talaiótica se desarrolla en las Islas Baleares en sentido estricto (Mallorca i Menorca), mientras las Islas Pitiusas (Ibiza i Formentera) se quedan al margen.
Las Islas Baleares estuvieron afectadas por la actividad comercial i colonizadora de los griegos y de los fenicios, con la incidencia especial en zonas costeras de contactos. En el proceso de dominio del Mediterráneo Occidental, Roma invadió i conquistó las Islas Baleares el 123 a.C. El archipiélago pasó, por primera vez, a depender del exterior.
Los vándalos ocuparon las Islas Baleares en el año 455. Poco después del año 534, fueron conquistadas por las tropas de Justiniano i integradas al imperio Bizantino. La crisis económica y demográfica de las Islas Baleares, a lo largo de los siglos VII al IX, les expone de forma creciente a los ataques exteriores. Después de una etapa de incursiones, el emirato de Córdoba las ocupó. El periodo islámico de las Islas Baleares (siglos X-XI) significó su incorporación a una civilización diferente, tanto a nivel religioso como cultural.
En el año 1229 se produce la conquista catalana de Mallorca y la de Ibiza y Formentera tiene lugar en 1235 dirigida por Jayme I. La conquista de Menorca tiene lugar en el año 1287 de manos de Alfonso III. Esas conquistas significaron la incorporación de las Islas Baleares en el mundo cristiano occidental. Dentro del marco de la Corona de Aragón, las Islas Baleares dispusieron de instituciones de autogobierno propias. Los idiomas usados dentro de la nueva sociedad fueron el latín i el catalán. Las instituciones y los usos idiomáticos se mantuvieron hasta la victoria de Felipe V que con el Decret de Nova Planta (1715), abolió las instituciones propias de las Islas Baleares y comenzó una introducción autoritaria de la lengua castellana. Menorca, bajo la soberanía británica prácticamente durante todo el siglo XVIII, mantuvo instituciones propias y experimentó un notable florecimiento de la cultura ilustrada en lengua catalana.
Mediante la Diputación Provincial de Baleares (1812-1978) las Islas fueron sometidas a una institución centralista, en el marco de una España que aspiraba a transformarse en un estado unitario a imitación de Francia. La lengua catalana fue excluida de la administración pública, de la enseñanza, del notariado y de la vida comercial. Con la II República (1931) se intentó, sin éxito, aprobar un Estatuto de Autonimía para las Islas Baleares. La Dictadura de Franco (1936-1975) significó el endurecimiento centralista político i de la persecución de la lengua catalana en las Islas Baleares.
La restauración democrática, ejemplificada en la Constitución Española (1978) permitió la aprobación, primero, del régimen preautonómico – con la desaparición de la Diputación Provincial de Baleares- integrado por el Consell General Interinsular i los Consells Insulars de Mallorca, de Menorca y de Ibiza y Formentera (1978). El 1983, fue aprobado el Estatuto de Autonomía de las Islas Baleares se ha incrementado con competencias como Educación, Sanidad i otras. El sistema institucional de las Islas Baleares está formado por el Parlament, el President y el Govern. Els Consells Insulars son las instituciones de gobierno de cada isla.
Por lo que se refiere a la historia natural, Gimnesias y Pitiusas han tenido una historia geográfica diferente. Durante las glaciaciones del Cuaternario, debido a la acumulación de agua en forma de hielo en los casquetes polares y en las grandes sierras, mares y océanos bajaron de nivel. Esto provocó que se unieran Menorca y Mallorca por un lado e Ibiza y Formentera por el otro. Todas las faunas y floras se mezclaron, pero entre la Gran Gimnesia y la Gran Pitiusa no fue así ya que permaneció un canal marino de más de 70 km, infranqueable por la fauna terrestre. La menor medida de la Gran Gimnesia (2.000 km²) y un clima más árido provocó la extinción de la fauna terrestre y la falta de vegetales arbóreos notables.
En el pasado, Gimnesias y Pitiusas tuvieron ecosistemas distintos. Las Gimnesias tenían bosques de encinas en el interior y en los llanos costeros grandes bosques de boj balear (buxus balearica), planta que aún se puede encontrar de forma residual en Mallorca. Las Pitiusas estaban prácticamente desnudas de vegetación arbórea y predominaban las hierbas nitrófilas producto del efecto de las deyecciones de la gran cantidad de colonias de aves que tenían.
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